Más que un selfie: Por qué la verificación digital de identidad no es la solución mágica contra el fraude moderno

En nuestro mundo cada vez más digital, la promesa de una incorporación de clientes sin fricciones y una verificación instantánea de identidad (ID&V) ha llevado a una adopción generalizada de soluciones de captura de documentos digitales y verificación mediante selfies. Estas tecnologías, frecuentemente elogiadas por su rapidez y conveniencia, sin duda han revolucionado la manera en que las empresas interactúan con sus clientes, permitiendo una expansión acelerada y una experiencia de usuario mucho más fluida.
Sin embargo, como Director de Soluciones de Fraude, mi postura es clara: la verificación digital de identidad, si bien es fundamental, no es una solución mágica para combatir las amenazas de fraude sofisticadas que enfrentamos hoy en día.
La creencia de que un escaneo perfecto de un documento y una prueba de vida convincente son suficientes para asegurar una identidad es una simplificación peligrosa. Si bien estas herramientas son eficaces para verificar la aparente autenticidad de un documento y la presencia de una persona viva, a menudo no detectan las formas más insidiosas de fraude que cuestan miles de millones a las empresas cada año.
Las grietas en la fachada de la verificación digital
¿Por qué no basta con la captura de documentos y la verificación con selfie?
- La proliferación de deepfakes e identidades generadas por IA:Los delincuentes ahora tienen acceso a herramientas de IA que pueden crear documentos increíblemente realistas —desde licencias de conducir hasta pasaportes— en cuestión de segundos. También pueden generar videos e imágenes deepfake capaces de pasar controles básicos de prueba de vida. Cuando un criminal suplanta a una víctima agregando su rostro a un documento falso, la verificación inicial se invalida, ya que su cara coincide con la identificación fabricada, y puede pasar cualquier reto de prueba de vida. Confiar únicamente en evaluaciones visuales, ya sean humanas o automatizadas, es cada vez más riesgoso conforme mejora exponencialmente la calidad de estos fraudes.
- Fugas de datos que alimentan el fraude de identidad:
Las violaciones de datos son un problema constante, exponiendo grandes cantidades de información personal (PII). Esto pone a los consumidores en mayor riesgo de sufrir fraude de identidad. Los estafadores combinan con gran habilidad estos datos comprometidos con detalles fabricados para construir identidades sintéticas altamente creíbles, o para cometer fraude por suplantación con documentos falsos y datos reales. Un solo chequeo de ID&V digital, enfocado principalmente en la apariencia visual y una prueba de vida, no es suficiente para descubrir identidades falsas complejas que surgen de estas filtraciones.
- El riesgo de tratar la verificación como un evento único:
La verificación de identidad suele tratarse como un paso único durante el onboarding. Pero el perfil de riesgo de una persona o la integridad de su cuenta puede cambiar drásticamente con el tiempo. Si la solución solo se enfoca en el inicio, se deja una puerta abierta para fraudes futuros como la toma de cuentas o actividades como «muleo».
- alta de inteligencia contextual:Las herramientas de ID&V digital están diseñadas para evaluar el documento y la selfie de forma aislada. No conectan estos datos con un panorama más amplio: patrones de comportamiento, inteligencia del dispositivo o historial de fraudes en otras fuentes.
La necesidad de atrapar a quienes se escapan de la red
La realidad es que muchos estafadores se escapan al usar solo ID&V digital. Estos son los autores del fraude de identidad sintética, fraudes sofisticados en aplicaciones, fraudes de pago y las primeras etapas de tomas de cuenta. A menudo operan en anillos de fraude, coordinando ataques que pueden parecer inofensivos de forma individual, pero que en conjunto revelan una amenaza sistémica.
El costo de estas amenazas no detectadas es enorme: pérdidas financieras directas, daño reputacional, aumento en los costos operativos y pérdida de confianza.
Aquí es donde una estrategia de prevención de fraude robusta y en múltiples capas deja de ser un beneficio para convertirse en una necesidad crítica. No se trata solo de verificar un documento y una cara, sino de entender el contexto de la identidad, la intención detrás de la solicitud y las redes de actividad que puedan indicar fraude organizado.
Cómo construir una defensa sólida contra el fraude
Una solución verdaderamente robusta debe llenar los vacíos que deja la verificación digital primaria, añadiendo capas clave para una detección y prevención del fraude más completa.
Así opera una solución integral:
- Orquestación inteligente de datos:
El primer paso para detectar fraudes sofisticados es tener toda la información relevante. Una plataforma poderosa integra diversas fuentes de datos —más allá de los proveedores de ID&V— incluyendo datos alternativos, tradicionales (como el buró de crédito), de comportamiento, inteligencia de dispositivos e historial interno de clientes. Esta vista holística permite detectar anomalías y conexiones entre actividades fraudulentas. - Modelos avanzados de machine learning:
Con estos datos enriquecidos, los modelos de aprendizaje automático pueden detectar patrones sutiles en solicitudes, monitorear transacciones y detectar comportamientos sospechosos, incluso en fraudes complejos como identidad sintética, tomas de cuenta y esquemas de fraude emergentes. Estos modelos están diseñados específicamente para identificar anomalías y vínculos propios de redes de fraude. - Toma de decisiones en tiempo real:
El fraude no espera, y tu sistema tampoco debería hacerlo. Una buena plataforma permite evaluar riesgos en tiempo real, aprobando aplicaciones legítimas o marcando las sospechosas en milisegundos. Esta velocidad es clave para mantener una experiencia fluida para el cliente sin comprometer la seguridad. - Perfilado y analítica de clientes:
Más allá del primer chequeo, un enfoque completo construye perfiles ricos de clientes consolidando datos a lo largo del tiempo. Las herramientas de análisis permiten identificar comportamientos individuales o de red para tomar decisiones informadas con rapidez. - Motores de decisión flexibles:
Las amenazas evolucionan. El motor de decisión debe permitir modificar reglas, estrategias y flujos de trabajo rápidamente, sin necesidad de programación extensa, para adaptarse de inmediato a nuevos patrones de fraude.
El futuro de la prevención del fraude:
integral, no complaciente
La verificación digital con captura de documentos y selfie es una línea de defensa esencial, ofreciendo velocidad y conveniencia. Sin embargo, frente a estafadores cada vez más astutos, el auge de los deepfakes, las constantes brechas de datos y las operaciones organizadas de fraude, depender exclusivamente de estos métodos es como dejar la puerta trasera abierta.
La verdadera solución mágica no es una sola tecnología, sino un enfoque integral, adaptativo e inteligente para la prevención del fraude. Al integrar datos diversos, usar machine learning avanzado y tomar decisiones informadas en tiempo real, las empresas pueden construir una defensa robusta que atrape a quienes intentan evadir el sistema, protegiendo sus activos y fomentando la confianza en la economía digital.
Reducir la fricción y evitar pérdidas por fraude.

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